Dicen que los del CEFMS somos valientes.
Dicen que defendemos ideales que están muriendo.
Dicen que actuamos y no nos quedamos quietos ante las injusticias.
Dicen que…
¡Es cierto!
Desde hoy nuestro centro luce en su fachada dos símbolos:
– El lazo naranja para mostrar nuestra diconformidad con la aberrante Ley Celaá.
– El crespón negro en dos ventanas para denunciar la barbarie al querer legalizar la eutanasia.

Como institución educativa enseñamos a nuestros jóvenes que deben ser referencia y trabajar siempre por el Bien Común… ¿dónde queda eso en la España de hoy?
Este es el momento. Aquí y ahora. Gritemos bien fuerte que no queremos una ley educativa que limita los derechos de las familias a decidir, que obliga a malvivir a la escuela concertada y que, por supuesto, condena a los centros especiales a agonizar hasta su desaparición, con las consecuencias familiares y sociales que eso conlleva. ¡NO!
Que se oiga nuestra voz contra una ley que pretende implantar la cultura de la muerte para los más débiles, que convierte a ancianos y enfermos -de todas las edades- en bultos con los que cargan sus allegados. La eutanasia deshumaniza. ¡NO!